Discurso de Fidel Castro en la clausura de la primera conferencia de solidaridad de los pueblos de África, Asia y América
Pronunciado el 15 de enero de 1966 en el teatro
Chaplin.
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63-74.Obras escogidas de Fidel Castro Tomo-II
Colección
ciencia. Editorial Fundamentos
El trotskismo: instrumento vulgar del imperialismo
y la reacción
Los imperialistas yanquis contra nosotros no sólo
han usa¬do el bloqueo económico, no sólo han usado de las agresiones armadas, no
sólo nos han amenazado mortalmente en determi¬nadas circunstancias, no sólo han
perpetrado contra este país todo tipo de sabotajes, filtraciones de espías,
ataques piratas, sino que el imperialismo yanqui ha acudido contra nuestro país
a armas más sutiles, como son las armas de la pro

paganda y de
la calumnia. Y no sólo eso, sino que el imperialismo yanqui y sus agentes han
tratado de destruir el prestigio de la Revolución Cubana al margen de las luchas
revolucionarias de este conti¬nente, y han tratado -de la manera más vil y más
calumniosa¬ de desacreditar a la Revolución. Y se han valido de todos los
medios, se han valido de todos lo hechos, se han valido de todas las
armas.
Desde luego que a los imperialistas les interesaría
una dis¬cusión en concreto de estos problemas. A un irresponsable cual¬quiera, a
un charlatán cualquiera, a un fantoche cualquiera, no le importa afirmar
cualquier irresponsabilidad, cualquier ca¬lumnia. Bien es sabido que sólo al
enemigo le interesaría de qué forma se lleva a cabo en la práctica esa palabra
que se llama so¬lidaridad, no sólo con los pueblos revolucionarios de este
con¬tinente, sino de todo el mundo.
Pero ¿qué ha ocurrido? Hay un hecho que voy a tomar
co¬mo ejemplo para demostrar cómo trabaja el imperialismo y sus agentes, y que
es un hecho extraordinariamente interesante. Me refiero a la campaña realizada
por el imperialismo yanqui y sus agentes en relación con la partida de nuestro
compañero Er¬nesto Guevara.
Creo que esto es un asunto que hay que "tomar por
los cuer¬nos" para esclarecer algunas cosas.
El compañero
Ernesto Guevara, unos cuantos revoluciona¬rios de este país y unos cuantos
revolucionarios fuera de este país saben cuando salió, qué ha estado haciendo en
este tiem¬po y, desde luego, los imperialistas estarían muy interesados en
saber, con todos los detalles, donde está, qué ha hecho, cómo lo hace y, desde
luego, al parecer no lo saben y si lo saben lo disimulan mucho.
I
Pero desde luego, éstas son cosas que el tiempo,
cuando las circunstancias lo permitan, permitirá su esclarecimiento. Pero los
revolucionarios no necesitamos esos esclarecimientos; es el enemigo quien se
vale de estas circunstancias para tratar de in¬trigar y para tratar de confundir
y para tratar de calumniar.
El compañero Guevara se unió a nosotros cuando
estába¬mos exiliados en México, y siempre, desde el primer día, tuvo la idea,
claramente expresada, de que cuando la lucha termi¬nara en Cuba, él tenía otros
deberes que cumplir en otra parte, y nosotros siempre le dimos nuestra palabra
de que ningún in¬terés de Estado, ningún interés nacional, ninguna
circunstancia, nos haría pedirle que se quedara en nuestro país, obstaculizar el
cumplimiento de ese deseo o, de esa vocación. Y nosotros cumplimos cabal y
fielmente esa promesa que le hicimos al compañero
Guevara.
Naturalmente, que si el compañero Guevara iba a
salir del país, era lógico que lo hiciera clandestinamente, era lógico que se
moviera clandestinamente, es lógico que no haya estado lla¬mando a periodistas,
es lógico que no haya estado dando con¬ferencias de prensa, es lógico que dadas
las tareas que se propu¬so debiera hacerla en la forma en que lo hizo. Y, sin
embargo,
¡Cuánto provecho han tratado de sacar los
imperialistas de esta circunstancia y cómo lo han
hecho!
Es por eso
que yo traje algunos papeles. No se vayan a asus¬tar ustedes pensando que les
vaya leer todos los papeles que aquí hay, sólo lo que han escrito todos los
periódicos imperialistas y burgueses con relación al caso del Comandante
Guevara, lo que han escrito los periódicos de Estados Unidos, sus revistas, sus
agencias cablegráficas, los periódicos burgueses de América Latina y de todo el
mundo. Y vamos a ver quiénes han sido pre¬cisamente los principales voceros de
la campaña imperialista de intriga y de calumnia contra Cuba con relación al
caso del com¬pañero Guevara. En primer término, ciertos elementos que han sido
utilizados en las últimas décadas de manera constante contra el movimiento
revolucionario. Y así; si ustedes me dan un poquito de tiempo, entre tantos
datos voy a buscar uno muy interesante.
¡Ah! lo encontré. Es un cable de la UPI, de
diciembre 6 de 1965, que dice: "Ernesto Guevara fue asesinado por el Primer
Ministro cubano Fidel Castro por orden de la URSS -declaró Felipe Albaguante,
jefe de los trotskistas mexicanos en declara¬ciones a El Universal-. Agrega que
el Che fue liquidado por in¬sistir en poner a Cuba en la línea china". Esto,
naturalmente, venía a tono con una campaña que comenzaron a desatar los
elementos trotskistas en todas partes simultáneamente.
y así, con fecha octubre 22, en el semanario
Marcha, se publica un artículo en que un conocido teórico del trotskismo, Adolfo
Guil, afirma que el Che salió de Cuba debido a discre¬pancias con Fidel por el
conflicto chino-soviético y que el Che no pudo imponer su opinión en la
dirección. Dice que el Che, en forma confusa, propugnaba la extensión de la
revolución al resto de América Latina, en oposición a la línea soviética. Dice
que la Dirección Cubana estaba dividida entre un ala conserva¬dora, que incluye
a viejos dirigentes del PSP, los partidarios del Che y Fidel y su equipo en. una
posición de oscilación centrista conciliadora. Dice que el Che salió de Cuba por
carecer de me¬dios para expresarse y que Fidel temió enfrentar a las masas para
explicar el caso Che. Este mismo teórico del trotskismo, el 31 de octubre de
1965, como reportero de Nuevo Mundo, un periódico italiano, escribe un artículo
calificando a la Direc¬ción Cubana de filosoviética y acusando a Fidel de no
haber explicado políticamente al pueblo lo ocurrido con el Che. Dice que el
Comandante Guevara fue derrotado por el PSP y el equi¬po castrista; Critica al
Che por no haber llevado a las masas la lucha por imponer su tesis y concluye
que el Estado cubano, paralizado por su propia política no apoyó abiertamente a
la revolución dominicana. Y sobre esto me voy a referir más ex¬tensamente un
poco más adelante.

En el número de octubre de 1965, el periódico
Batalla, de los trotskistas españoles, declara que el misterio que rodea el caso
del Che Guevara debe ser aclarado. Dice que amigos del Che suponen que la carta
leída por Castro es falsa y se pregun¬tan si la Dirección Cubana se orienta
hacia una sumisión a la burocracia del Kremlin.
Por la misma fecha, aproximadamente, el órgano
oficial trotskista de Argentina publica un artículo en el que asegura que el Che
está muerto o preso en Cuba. Dice que "entró en conflicto con Fidel Castro por
el funcionamiento de los sindi¬catos y la organización de las milicias". Agrega
que "el Che se oponía a la integración del CC con los favoritos de Castro,
es¬pecialmente oficiales del ejército, seguidores del ala derecha de
Moscú".
Pero uno de los escritos más sucios, más groseros y
más in¬decentes es el que escribió el dirigente del Buró Político
Lati¬noamericano de la Cuarta Internacional en el periódico Lucha Operaria, de
Italia. Sobre este artículo, largo por cierto, sólo voy a leer tres
párrafos.
Empieza diciendo:
"Un aspecto
de la agudización de la crisis mundial de la bu¬rocracia es la expulsión de
Guevara. Guevara ha sido expulsado ahora, no desde hace ocho meses. Ocho meses
ha durado la dis¬cusión con Guevara y no han sido ocho meses que pasaron
be¬biendo café, han luchado duramente y quizás ha habido muer¬tos, quizás se ha
discutido a golpes de pistola. No podemos de¬cir si han matado o no a Guevara,
pero existe el derecho a su¬poner que lo hayan matado.
"¿Por qué Guevara no aparece? No lo han presentado
en La Habana por temor a las consecuencias, a la reacción de la población, pero
en definitiva al esconderlo producen el mismo efecto. La población dice: por qué
Guevara no sale, no aparece. No hay ninguna acusación política, existen elogios
políticos en relación con él. ¿Por qué no han presentado a Guevara? ¿Por qué no
ha hablado? ¿Cómo es posible que uno de los fundado¬res del Estado obrero
cubano, que hasta hace poco tiempo re¬corría el mundo en nombre del Estado
obrero, imprevistamen¬te diga: me he aburrido de la Revolución Cubana, voy a
hacer la revolución en otra parte? Por otra parte, no dicen dónde ha ido y no se
presenta. Si no hay ninguna divergencia por qué no se presenta. Todo el pueblo
cubano comprende que hay una lucha enorme y que esta lucha no se ha terminado.
~
"Guevara no estaba solo ni está solo. Si toman
estas medi¬das contra Guevara es porque hay una gran tendencia, muy grande, que
está de su parte. Y además de una tendencia muy grande, hay una enorme
preocupación del pueblo.
"Hace poco tiempo, el gobierno cubano publico un
decre¬to bastante severo: es necesario restituir todas las armas al Es¬tado. En
aquel momento la cuestión era un poco confusa, aho¬ra está claro qué fin tenía
esta resolución: era contra la tenden¬cia Guevara. Tienen miedo de un
levantamiento".
Otro párrafo: "¿Por qué han hecho callar a Guevara?
La Cuarta Internacional debe llevar adelante una campaña pública en ese sentido,
exigiendo la aparición de Guevara, el derecho de Guevara a defenderse y
discutir, a hacer apelación a las ma¬sas, a no fiarse de las medidas tomadas por
el gobierno cubano, porque son medidas burocráticas y quizás de asesinos. Han
eli¬minado a Guevara por callar su lucha, han hecho callar a Gue¬vara. No
obstante que su posición no fuese consecuente desde el punto de vista
revolucionario, porque tendía a la armoniza¬ción de sus posiciones en la
tendencia revolucionaria".
y más adelante dice: "Esto demuestra, no la
potencia de Guevara o de un grupo guevarista en Cuba, sino la madurez de las
condiciones en el resto de los Estados' obreros para que en breve tiempo estas
posiciones fructifiquen. No se engaña a la burocracia con maniobras y medidas de
este género. La elimi¬nación de Guevara significa para la burocracia la
tentativa de liquidar una base de posible reagrupamiento de tendencias
re¬volucionarias que continúan el desarrollo de la revolución mun¬dial. Esta es
la base de la liquidación de Guevara y no sólo por el peligro que representa a
Cuba, sino porque incluye el resto de la revolución
latinoamericana.
"Al Iado de Cuba está Guatemala, al Iado de Cuba
está Gua¬temala con el programa de la Revolución Socialista y, no obs¬tante su
fuerza y los discursos de su líder máximo Fidel Castro, no ha podido impedir que
el Movimiento '13 de Noviembre' se transforme en un movimiento
socialista-revolucionario y que luche directamente por el
socialismo".
No es absolutamente casual, ni mucho menos, que
este señor, dirigente de la Cuarta Internacional, mencione aquí muy ,¬ufano el
caso de Guatemala y del Movimiento '13 de Noviem¬bre', porque precisamente con
relación a este Movimiento el imperialismo yanqui ha usado una de la tácticas
más sutiles pa¬ra liquidar un movimiento revolucionario, que fue filtrarle los
agentes de la Cuarta Internacional que -por ignorancia, por ig¬norancia política
del dirigente principal de este Movimiento-, lo hicieron adoptar nada menos que
esa cosa desacreditada, esa cosa antihistórica, esa cosa fraudulenta que emana
de elemen¬tos tan comprobadamente al servicio del imperialismo yanqui, como es
el programa de la Cuarta Internacional.
¿Cómo ocurrió esto? Yong Sosa era, sin duda, un
oficial pa¬triótico; Yong Sosa encabeza el movimiento de un grupo de ofi¬ciales
del ejército -en cuyo aplastamiento por cierto participa¬ron los mercenarios que
después invadieron Girón-, y a través de un señor que era comerciante, que se
encargó de la parte política del movimiento, la Cuarta Internacional se las
arregló para que ese dirigente, ignorante de los problemas profundos de la
política y de la historia del pensamiento revolucionario, le permitiera a ese
agente del trotskismo-acerca del cual nosotros no tenemos la menor duda es un
agente del imperialismo- que se encargara de redactar un periódico en el cual se
copiaba “de cabo a rabo” el programa de la Cuarta
Internacional
\
Lo que la Cuarta Internacional cometió con eso fue
un ver¬dadero crimen contra el movimiento revolucionario, para aislar¬lo del
resto del pueblo, para aislarlo de las masas, al contagiarlo con las
insensateces, el descrédito y la cosa repugnante y nau¬seabunda que hoy es en el
campo de la política el trotskismo. Porque si en un tiempo el trotskismo
representó una posición errónea, pero una posición dentro del campo de las ideas
polí¬ticas, el trotskismo pasó a convertirse en los años sucesivos en un vulgar
instrumento del imperialismo y de la reacción.
Dé tal manera piensan estos señores que, por
ejemplo, con relación a Vietnam del Sur, donde un amplio frente revolucio¬nario
ha unido a la inmensa mayoría de la población, a distin¬tos sectores de la
población, los ha unido estrechamente alre¬dedor del movimiento de liberación en
la lucha contra el impe¬rialismo, para los trotskistas eso es absurdo, eso es
contrarrevo¬lucionario. Yesos señores llegan a la osadía, a la cosa insólita
frente a los hechos y a las realidades de la historia y del movi¬miento
revolucionario, a expresarse de esa forma.
Afortunadamente, en Guatemala el movimiento
revolucio¬nario se salva. Y se salva gracias a la clara visión de uno de los
oficiales que junto con Sosa había iniciado el movimiento re¬volucionario y que
comprendiendo aquella insensatez, aquella estupidez, se separa del Movimiento
"13 de Noviembre" y con otros sectores progresistas y revolucionarios organiza
las Fuer¬zas Armadas Rebeldes de Guatemala. Y ese oficial joven que tuvo tan
clara visión de la situación es quien ha representado al movimiento
revolucionario de Guatemala en esta Conferencia, el Comandante
Turcios.
El Comandante Turcios tiene en su haber el mérito
no sólo de haber sido uno de los abanderados de la lucha armada por la
liberación de su pueblo oprimido, sino el mérito de haber sal¬vado al movimiento
revolucionario guatemalteco de una de las estratagemas más sutiles y más
pérfidas del imperialismo yanqui y levantar las banderas revolucionarias de
Guatemala y de su movimiento antiimperialista, rescatándola de las manos sucias
de estos mercenarios al servicio del imperialismo
yanqui.
y tenemos la esperanza de que Yong Sosa, cuyas
intencio¬nes patrióticas al iniciar la lucha nadie duda, y cuya condición de
hombre honrado nadie duda -a la vez que sí tenemos muy serias razones para dudar
de su actitud como dirigente revolu¬cionario de Guatemala, pero ya esta vez bajo
otra dirección ba¬jo otra guía que sí demostró, en momentos como esos, claridad
de visión y actitud de dirigente revolucionario.
Esta posición de los trotskistas es la misma que
adoptaron todos los periódicos y agencias publicitarias del imperialismo yanqui,
la misma con relación al caso del compañero Ernesto Guevara; toda la prensa
imperialista de Estados Unidos, sus agencias cablegráficas, la prensa de los
contrarrevolucionarios cubanos, la prensa burguesa en todo el Continente yen el
resto del mundo. Es decir, que esta campaña de calumnia y de intri¬ga contra la
Cuba Revolucionaria en relación al caso del com¬pañero Guevara hizo coincidir de
una manera exacta a todos los sectores reaccionarios imperialistas, burgueses, a
todos los calumniadores y a todos los intrigantes contra la Revolución
Cubana.
Porque es incuestionable que sólo a la reacción y
sólo al imperialismo les puede interesar desacreditar a la Revolución Cubana,
destruir la confianza de los movimientos revoluciona¬rios en la Revolución
Cubana, destruir la confianza de los pue¬blos de América Latina en la Revolución
Cubana, destruir su fe.
y por eso, no han vacilado en el empleo de las
armas más su¬cias y más indecentes.
Este mismo señor Guil, que de vez en cuando posa
entre otros intelectuales norteamericanos en la revista Monthly Re¬view, de
Estados Unidos, tuvo la villanía de escribir el siguiente párrafo, que vale la
pena analizar, con relación a la crisis de Santo Domingo. Dijo así: "Un punto
culminante de esta crisis tiene que haber sido la Revolución Dominicana, donde
el Es¬tado obrero. cubano quedó paralizado por su propia política, sin apoyar
abiertamente a la Revolución, mientras en Cuba ha¬bía una tremenda presión
interior para una política de apoyo activo. Si la crisis era muy anterior a
Santo Domingo, induda¬blemente Santo Domingo precipitó la
Revolución."
Este señor tiene la villanía de acusar a la
Revolución Cuba¬na de no haber dado un apoyo activo a la Revolución Domini¬cana.
y mientras los imperialistas acusaban a Cuba; mientras los imperialistas
trataban de pretextar su intervención diciendo que elementos izquierdistas y
comunistas, entrenados en Cuba, estaban allí al frente del levantamiento;
mientras el imperialismo acusaba a Cuba y presentaba a la Revolución Dominicana,
no como un problema interno, sino como un problema exter¬no, este señor acusa a
la Revolución de no haber dado un apo¬yo activo.
¿ y qué se entiende por apoyo activo? ¿Acaso se
pretendía que Cuba, cuyas armas, cuyos recursos se sabe cuáles son sus
características, podía impedir y debía impedir el desembarco de las tropas
norteamericanas en Santo Domingo? Tiene Cuba armas para defenderse a sí misma y
en una correlación infinita¬mente inferior a los imperialistas, armas
defensivas. Y son tan miserables estos señores, tan desvergonzados, que intentan
res¬ponsabilizar a Cuba de no haber impedido ... Porque ¿qué otra cosa quiere
decir apoyo activo? Porque todo cuanto Cuba po¬día hacer dentro de aquellas
circunstancias, todo cuanto Cuba podía hacer y debía hacer, lo hizo. Y pedirle a
Cuba que impi¬diera el desembarco es como pedirle a Camboya, en el Sudeste de
Asia, que impida los bombardeos a Vietnam del Norte y que impida la ocupación,
por la Infantería de Marina yanqui, de Vietnam del Sur.
Desgraciadamente, las fuerzas de Cuba son
limitadas. Pero en la medida de esas fuerzas, y de la manera óptima posible, y
de la manera más decidida, a la vez que más adecuada a las cir¬cunstancias,
presta y prestará a la Revolución su máximo apoyó.
A aquellos que crean que este país teme a los
imperialistas, a aquellos que crean -con espíritu de superioridad o con
inso¬lente delirio de superioridad sobre nadie- que este país teme a los
imperialistas, bien les valdría haber vivido unas horas aquí en este país,
cuando la Crisis de Octubre, y cuando por prime¬ra vez un pueblo pequeño como
éste se vio amenazado con una andanada masiva de cohetes nucleares sobre su
territorio, la ac¬titud que tuvo este pueblo y la actitud que tuvo el Gobierno
Revolucionario.
Muchas tonterías y muchas boberías se escriben y,
sobre todo, se escriben por los irresponsables, cuando ciertos docu¬mentos no
pueden ser dados a la luz. Pero algún día 'la huma¬nidad sabrá y algún día la
humanidad conocerá todos los he¬chos. Será ese día, cuando los miserables vean
que no hubo nin¬gún compañero Guevara asesinado, cuando se conozca igual¬mente
cuál fue la posición de Cuba en aquellos días difíciles y cuál fue la serenidad
de este pueblo. Cuando se comprenda, no habrá nadie, por insolente que sea, por
provocador que sea, que se atreva a poner en duda el sentimiento de solidaridad
de este pueblo y el valor de este pueblo.
Valor que lo demuestra el hecho de su conducta. No
obs¬tante ser éste un país que está a noventa millas de la metrópoli
imperialista, sobre cuyas cabezas en los años venideros pesarán enormes peligros
en la misma medida en que el movimiento revolucionario, crezca. Movimiento
revolucionario que crece so¬bre todo a partir del ejemplo de la Revolución
Cubana; movi¬miento revolucionario que crece, que se agiganta, por el ejem¬plo
de Cuba, por las victorias de Cuba, por la posición de Cuba frente al
enemigo.
y hay que tener en cuenta que cuando este país
desafía ese peligro, éste no es un país que posea millones de hombres so¬bre las
armas, éste no es un país que posea armas termonuclea¬res, porque aquí nuestros
cohetes son morales; y el número de millones "no es lo infinito, el número de
hombres no es lo infi¬nito, sino la dignidad y el decoro de este
pueblo.
y serán los años venideros los que hablen por
nosotros, y serán los años venideros quienes se encarguen de aplastar a los
calumniadores; no a éstos, que son agentes conocidos de los imperialistas, sino
a los confusos, a los intrigantes, a quienes se dejan intrigar. y sirven de
instrumento a las mentiras contra nuestra Revolución.
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